Una complicada situación está viviendo una familia en la ciudad de Copiapó, que se ha visto alterada en su propio domicilio, ubicado frente al Hospital Regional de Copiapó, y esto debido a trabajos que se están realizando al interior del establecimiento sanitario, y que se han efectuado hasta altas horas de la noche, incluso llegando a la madrugada.
Según el testimonio entregado por una dueña de casa, que prefirió mantener su identidad en reserva, manifestó que “en el hospital, en el sector de SOME están construyendo y hasta muy tarde se escuchan las máquinas. Al frente hay niños que van a colegio, gente que necesita descansar, como así mismo los enfermos del hospital”.
En su denuncia, la afectada precisó que “Es súper incómodo y molesto tener que terminar la jornada y no poder descansar por los ruidos molestos porque son muy fuertes”.
En su reclamo, además indicó que era necesario que se fiscalizarán estos trabajos hasta esa hora, indicando que “anoche eran las 4 de la mañana y seguían usando máquinas fuertes. Entiendo que trabajen, pero en horarios prudentes, tantos para quienes viven alrededor y para los mismos enfermos”.
Frente a este caso, la señora manifestó desconocer a quién recurrir o qué hacer, para que se pueda regularizar la situación.
El Departamento de Prensa Nostálgica indagó en el tema, y pudo determinar que el marco legal de esta situación la entrega el Decreto 38 del Ministerio del Medio Ambiente del año 2011, sobre la norma de emisión de ruidos molestos generados por fuentes fijas y donde se señalan los niveles máximos permitidos de emisión sonora generados por fuentes fijas para la comunidad.
Es así que se dispone que el ruido máximo para las zonas residenciales es de 55 decibeles en horario de 7 a 21 horas -que equivale al ruido que produce el aire acondicionado de ventana, por ejemplo-, y de 45 de 21 a 7 horas, que equivale el ruido de una calle con poco tráfico. Para hacerse una idea, una conversación normal tiene en promedio 60 decibeles, una aspiradora produce 70 decibeles; una motocicleta entre 100 y 110 y una discoteca 120 decibeles.
Esta norma protege a la comunidad que se ve afectada por problemas de contaminación acústica, desde el punto de vista de la salud pública. Protege a las personas que pudieran estar afectadas por altos niveles de ruido generado por fuentes fijas, o que pudieran sufrir molestias, en lugares habitables tales como sus viviendas, su lugar de trabajo, de descanso o de esparcimiento, entre otras.
Felipe Sánchez, Jefe de la Oficina Regional de la Superintendencia de Medio Ambiente de la región de Atacama, entregó recomendaciones en general respecto de los ruidos molestos, especificando cuales son las áreas de su competencia:
En la ocasión, Felipe Sánchez indicó que se pueden realizar las denuncias respectivas en el sitio web de la Superintendencia de Medio Ambiente, en la sección DENUNCIA CIUDADANA, o en su defecto en la dirección física de este servicio, ubicada en calle Colipí N° 570, Oficina 321, Piso 3
Es importante agregar que las municipalidades en todo Chile poseen la facultad para regular, por medio de ordenanzas, los ruidos molestos producidos en la respectiva comuna. Estas normas pueden incorporar los ruidos que se produzcan en casas, comercios, actividades públicas y privadas. De esta manera, buscan proteger a sus habitantes de la contaminación acústica. Por tratarse de normativa particular, esta es diferente y depende de cada municipalidad.
Por su parte, desde el Hospital Regional de Copiapó, San José del Carmen, a solicitud de Nostálgica, se refirió la doctora Alejandra Cornejo, subdirectora de gestión asistencial abierta del recinto de salud, la que indicó que el Hospital se encuentra en un “trabajo continuo de mejora en beneficio de pacientes y usuarios”. Es este contexto que se están realizando trabajos de ampliación de farmacia CDT, lugar donde se entregan medicamentos y donde se ampliará a cinco ventanillas de atención. La doctora calificó dicho proyecto como “unos de los más importantes que se encuentran en ejecución”.
La subdirectora de gestión asistencial del Hospital Regional precisó que al ser un recinto asistencial, “debemos tener una construcción altamente sólida, con hormigones especiales que deben tolerar movimientos telúricos y otros desastres naturales de gran intensidad, por lo tanto, el hecho de haber derribado ese muro obviamente iba a generar este tipo de problemas acústicos, pero que ya no volverá a ocurrir”, indicó.
