Gran revuelo a nivel mundial ha causado la postura que expresó Brasil frente al conflicto ruso-ucraniano.
Durante su reciente visita a China, el Presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y su homólogo chino, Xi Jinping, emitieron una declaración conjunta sobre “la crisis” en Ucrania, la cual señala, entre otros puntos, que Brasil “ve positivamente” la postura china con respecto al conflicto y la considera “útil” para buscar una salida pacífica a la situación.
Esto en referencia al documento que publicó Beijing en febrero, en el que pide “una solución política” a la guerra, propuesta criticada por Occidente por poner en el mismo plano “al agresor y al agredido”.
Lula también planteó crear un grupo de países similar al G20 –que incluya a China– para que medie entre Rusia y Ucrania; y afirmó que Estados Unidos y Europa “necesitan comenzar a hablar sobre la paz”.
Brasil no se ha unido a las naciones occidentales que han impuesto sanciones a Rusia y se ha negado a suministrar armas a Ucrania.
EE.UU. acusa a Brasil de “repetir como loro la propaganda rusa y china”
La postura brasileña no ha pasado inadvertida para Occidente. Ayer se conoció que los ucranianos refugiados en Portugal –con el apoyo de connacionales en otros países europeos– planean organizar una manifestación cuando el mandatario brasileño visite Lisboa la próxima semana, y además entregarle una carta de protesta.
“Parece que Lula escogió el lado del régimen totalitario, el lado de los agresores”, afirmó el presidente de la Asociación de Ucranianos en Portugal, Pavlo Sadokha.
Más tarde, Estados Unidos acusó a Brasil de estar “repitiendo como un loro la propaganda rusa y china” sobre Ucrania, “sin prestar atención en absoluto a los hechos”.
“Es profundamente problemática la forma en la que Brasil ha abordado este tema tanto de manera sustantiva como de manera retórica al sugerir que Estados Unidos y Europa, de alguna manera, no están interesados en la paz o que comparten responsabilidad por la guerra“, dijo John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca.
Estas críticas fueron rechazadas por el canciller brasileño, Mauro Vieira, quien afirmó: “No sé cómo ni por qué (Kirby) llegó a esa conclusión. Pero no estoy de acuerdo de forma alguna”. “Solo puede decir que Brasil y Rusia cumplen este año 195 años de relaciones diplomáticas (…) son dos países que tienen una historia en común“, afirmó el ministro.