Perros y cerdos de Colombia, México y otros países fueron expuestos a sonidos con distinta carga emocional, revelando importantes claves.
¿Pueden los animales comprender y responder a las emociones humanas? ¿Cuáles reaccionan con mayor empatía ate tales estímulos? Un nuevo estudio publicado en la revista Animal Behaviour investiga esta intrigante pregunta comparando las reacciones de perros y cerdos a sonidos humanos de llanto y, por otra parte, arrullos con menor carga emocional.
Los investigadores utilizaron un enfoque único de ciencia ciudadana, pidiendo a los dueños de mascotas que grabaran a sus perros y cerdos en un ambiente hogareño mientras reproducían estos sonidos.
El estudio incluyó a ciudadanos y mascotas de una gran cantidad de países, desde Hungría hasta Colombia, España, México, Israel y Estados Unidos).
Perros responden mejor al llanto
El estudio reveló fascinantes diferencias entre las dos especies. Los perros mostraron más estrés y vocalizaron más en respuesta al llanto, lo que sugiere que reconocieron el contenido emocional negativo del sonido.
En una tendencia previsible, “los perros resultaron ser muy, muy buenos al captar el contenido emocional de nuestras vocalizaciones“, dijo a la revista Nature la científica Paula Pérez Fraga, de la Universidad de Budapest.
Los cerdos, por otro lado, exhibieron más estrés y emitieron vocalizaciones cuando se expusieron a los arrullos. Esta respuesta inesperada sugiere que los cerdos pueden no ser tan hábiles para reconocer matices emocionales sutiles de los sonidos humanos, particularmente aquellos que no se comprenden universalmente entre las especies.
Los cerdos y el “contagio emocional”
Los resultados, dicen los autores del estudio, proporcionan más evidencia de que los perros, debido a su larga historia de domesticación y estrecha compañía con los humanos, pueden haber desarrollado una mayor sensibilidad a las emociones humanas. Esta capacidad, conocida como “contagio emocional”, es la imitación automática del estado emocional de otro, y parece ser más pronunciada en los perros que en los cerdos.
“Es posible que los cerdos no identifiquen el llanto como una emoción negativa“, dijo la científica Natalia Albuquerque, de la Universidad de Sao Paulo, a Nature.
Si bien el estudio arroja luz sobre la comunicación inter-especies, también enfatiza la importancia de considerar las diferencias específicas de las especies y la influencia de la domesticación en la capacidad de un animal para comprender y responder a las emociones humanas. Se necesita más investigación para explorar las complejidades de la comunicación animal y los factores que contribuyen a la comprensión emocional entre humanos y otras especies.
FUENTE T13