Leigh Cobb, tras el fallido lifting ahora rechaza los procedimientos rápidos y optó por opciones más invasivas hace diez años.
Leigh Cobb, una mujer británica que se ha sometido a varias cirugías estéticas como por ejemplo el lifting, contó su terrible experiencia cuando decidió someterse a una intervención en tiempo récord.
En 2015, Cobb de 53 años, vio una clínica polaca que ofrecía intervenciones estéticas de cara sumamente rápidas, las cuales prometían rejuvenecer el rostro en apenas 30 minutos. A eso se sumaba que el costo era de sólo 1.200 libras, que en pesos chilenos serían alrededor de $1.529.859.
La autoproclamada adicta a las cirugías dijo que “siempre preferiría la cirugía a inyectarme algo extraño, como bótox o rellenos. Mis resultados duran diez años o más, en comparación con estos ‘arreglos temporales’ que requieren cada pocos meses”.
“Muchas chicas empiezan a temprana edad y desconocen los efectos a largo plazo de estos tratamientos”, precisó.
Leigh se sometió a su primera cirugía, una liposucción, a los 29 años. Le gustó tanto como quedó su vientre que seis años después, se operó los párpados en el Reino Unido por 3.500 libras (4.4 millones de pesos chilenos).
Para ella, marcó una diferencia enorme y se volvió adicta. “De joven, cuando vivía en Dubái, tenía la piel muy dañada. Además de usar camas solares tres veces por semana y disfrutar del sol varias veces al año, a los 42 años, sintiéndome vieja y harta de mis arrugas, empecé a investigar tratamientos y descubrí la cirugía láser Fraxel“, sostuvo.
El lifting más caro de la vida
El procedimiento afirmaba rejuvenecer la piel dañada. Costaba 1.500 libras en el Reino Unido (1.9 millones de pesos chilenos); sin embargo, Leigh encontró una clínica en Polonia que lo ofrecía por 400 libras (500 mil pesos chilenos). “Las reseñas del cirujano eran de cinco estrellas y nadie tenía una mala palabra que decir de él“, expresó a The Sun.
En julio de 2015, se sometió al tratamiento y después le ofrecieron un lifting facial con hilos tensores, en el que se utilizaron hilos quirúrgicos reabsorbibles para levantar la piel flácida de sus mejillas. Apodado el “lifting facial de la hora del almuerzo”, solo le llevó 15 minutos y prometía rejuvenecerla.
Al día siguiente, se sometió al tratamiento por 1.200 libras (1.5 millones de pesos). “Después me quedaron unos agujeros enormes y profundos en las mejillas. Horrorizada, me dijeron que era ‘normal’ y que se curaría en una semana”.
Sin embargo, al volver a casa, descubrió que el cirujano solo llevaba una semana entrenándose en el lifting con hilos tensores.
Desesperada por arreglar su rostro, consultó a un cirujano en Derby, quien le confirmó que necesitaría una cirugía láser, con un costo de 2.000 libras (2.5 millones de pesos chilenos). Aterrorizada por la posibilidad de más cirugías, decidió probar una crema de vitamina E y masajes diarios para ayudar a que los hilos se disolvieran.
Más de dos meses después, los agujeros finalmente empezaron a desaparecer. Esta experiencia no la desanimó y, a los 45 años, se hizo un levantamiento de senos por 3.000 libras en Costa Rica (3.8 millones de pesos chilenos).
“Después de esa horrible experiencia, me prometí no volver a someterme a procedimientos por capricho. Siempre me aseguraría de investigar, afirmó.
El año pasado, incómoda con su aspecto, investigó sobre un lifting de la parte inferior del rostro y el cuello. “Sentía el cuello flácido, como el cuello de un pavo. Aunque mis amigos decían que me veía guapísima, solo quería mejorar mi confianza”.
“Me encanta la reacción de la gente cuando les digo que tengo 53. Me hace sentir muy bien”. Sobre los peligros del bótox, indicó que “congelar un músculo durante tanto tiempo debe afectar su funcionamiento. Además, demasiadas clínicas clandestinas o personas sin la formación adecuada lo hacen“.
Finalmente, la mujer dijo que “aprendí la lección de no confiar en los aficionados hace tantos años. No hay nada de malo en cuidar tu apariencia, siempre y cuando lo hagas con seguridad y sin prisas”.
FUENTE T13
