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Los Gallegos se rearticula en el cerro Chuño aunque con menor capacidad de fuego

Pese a que se condenó a penas que suman más de 650 años de cárcel a 34 integrantes de Los Gallegos, célula del Tren de Aragua, por diversos crímenes perpetrados en el cerro Chuño de Arica, la organización delictual se está rearticulando.

Esto, ya que fueron detenidos dos sujetos vinculados al clan y quienes tendrían una participación en el secuestro de un hombre, hecho registrado la tarde del pasado viernes y que tuvo su origen en el lugar antes mencionado.

El primero de los imputados fue detenido la noche del viernes luego de que la víctima lograra huir de sus captores desde una casa de seguridad ubicada en el sector de Las Maitas, en el Valle de Azapa, para luego pedir ayuda a vecinos del sector.

En tanto, y luego de intensas diligencias de detectives antinarcóticos de la PDI y allanamientos en varios domicilios de Cerro Chuño, se detuvo a un segundo implicado en los hechos, además de incautar armas de fuego y drogas. Tanto los detenidos como la víctima son de nacionalidad venezolana.

Fuentes ligadas a las indagatorias penales respecto de la banda criminal indican a Emol que Los Gallegos siguen operando en el cerro Chuño, aunque a través de grupos reducidos.

Eso sí, Los Gallegos no es la única banda que se rearma: el Tren del Coro también busca rearticularse.

De cualquier forma, estas bandas criminales están operando con menor logística y menos poder de fuego en comparación con el pasado, señalan las fuentes.

Prisión preventiva

El ilícito se registró en horas de la tarde del 1 de agosto de 2025, cuando la víctima se encontraba junto a su familia en un local de comida ubicado en el pasaje 7 del sector de cerro Chuño, hasta donde llegó un sujeto de nacionalidad venezolana y miembro del grupo criminal Los Gallegos, quien, bajo engaño, hizo subir a la víctima y viajaron hacia el valle de Azapa. En el trayecto, un tercer sujeto apodado como el “Gato” a bordó el automóvil.

Los imputados trasladaron a la víctima hasta la vivienda de seguridad, lugar en el que había otros sujetos de nacionalidad venezolana, y procedieron a atarlo de pies y manos, encerrándolo en una habitación, para luego amenazarlo con armas de fuego y golpearlo, provocándole heridas cortantes en las manos y muslos.

En un momento determinado, la víctima logró escapar y pidió ayuda a vecinos del sector, quienes alertaron a Carabineros y los que al llegar al lugar lograron la detención de uno de los imputados en momentos que buscaban a la víctima para su recaptura.

Tras ello, y por instrucción de la unidad de inteligencia y crimen organizado de la Fiscalía, el procedimiento fue adoptado por un equipo multidisciplinario de la PDI, que incluyó detectives de la Brigada Investigadora de Robos, junto a peritos del Laboratorio de Criminalística, entre otros, quienes al ingresar a la vivienda incautaron una mochila que contenía 2.120 gramos de cannabis sativa (marihuana), una pistola con la serie borrada, otra a fogueo adaptada, un cargador y 46 proyectiles balísticos.

Diligencias posteriores desarrolladas en varios puntos de la ciudad permitieron hallar el vehículo utilizado en el secuestro, junto con detener, en el sector de cerro Chuño, al segundo imputado a quien se le incautó un teléfono celular en el que mantenía conversaciones sobre el secuestro, y las vestimentas utilizadas en el hecho. Asimismo, se incautó un kilo y medio de clorhidrato de cocaína, cuatro kilos de cannabis, y cerca de medio kilo de ketamina.

El sujeto detenido la noche del viernes fue formalizado, ayer lunes, por los delitos de secuestro, tráfico de drogas, porte ilegal de arma de fuego prohibida, porte de arma adaptada y porte de municiones, decretándose su prisión preventiva.

Expertos

Mario Palma, académico de la Facultad de Derecho de la Universidad Finis Terrae, indicó que “en primer lugar las autoridades competentes deben estar en alerta máxima frente a una posible rearticulación de la banda de Los Gallegos vinculada al crimen organizado y específicamente al Tren de Aragua, no es posible volver a la falta de preocupación, ingenuidad y promesas incumplidas del pasado”.

“La instalación de esta peligrosa organización en el cerro el Chuño de Arica no fue instantánea, sino que obedeció a una planificación de tres fases que consideraba inicialmente la exploración de esa zona para establecerla como base de operaciones, para pasar luego a la penetración y finalmente a la consolidación en dicha zona, esto se produjo porque estamos hablando de un espacio territorial con historias de abandono del Estado”, detalló.

Asimismo, precisó que “el hecho de estar en el cerro el Chuño ubicado en una zona fronteriza vulnerable y con escaso control, le resulta atractivo al crimen organizado porque la experiencia indica que pueden ingresar y salir del territorio nacional sin mayores dificultades”.

Pía Greene, investigadora del Centro de Estudios en Seguridad y Crimen Organizado (CESCRO) de la U. San Sebastián, expone que “una de las características que tiene la nueva criminalidad o la criminalidad organizada, es que ya no es jerarquizada como antes, así como los modelos colombianos de Pablo Escobar, donde uno sacaba la cabeza y se caía toda la organización. Hoy día hay distintos niveles donde hay que atacarlos de todas formas porque pasan dos cosas. O bien, si no los sacas a todos y los metes presos o desarticulas la organización completa, se rearman muy rápidamente”.

Añadió que “ese espacio que dejaron en el mercado criminal lo ocupan otras personas por lo lucrativo que es. Entonces, es muy importante entender esto porque, primero, el crimen organizado es muy lucrativo y los mercados criminales son muchos”. “Cuando queda un espacio, rápidamente va a haber una organización que va a estar dispuesta a usarlo. Y pasa eso con el tema de Los Gallegos, que se pueden reorganizar rápidamente si es que quedaron algunos o bien otras personas usaron su espacio para poder hacerse de ese mercado o ese pedazo del mercado criminal que quedó para obtener mayores beneficios”, complementó.

Fuente: Emol.com

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