Esta práctica no solo ocasiona pérdidas económicas, sino que además daña la imagen de los locales, especialmente en un mercado donde la reputación digital influye directamente en el nivel de ventas.
El crecimiento acelerado de la inteligencia artificial (IA) está mostrando un escenario cada vez más complejo para el rubro gastronómico. Aunque esta tecnología ofrece múltiples beneficios, también ha dado pie a nuevas formas de fraude que están afectando a restaurantes de distintos países. Una de las más recientes consiste en que algunos usuarios generan imágenes manipuladas con IA para simular platos defectuosos y así solicitar reembolsos indebidos.
La mecánica de esta estafa es simple, pero altamente efectiva: los estafadores producen fotografías hiperrealistas de comidas supuestamente en mal estado, incompletas o contaminadas. Luego las presentan como evidencia ante las plataformas de reparto o los servicios de atención al cliente, donde en muchos casos la devolución se aprueba automáticamente sin una verificación exhaustiva.
La sofisticación de estas herramientas hace aún más difícil el control, ya que hoy es posible alterar imágenes reales cambiando tonalidades, agregando pelos, hongos o cualquier cosa que ayude a realizar un reclamo y solicitud de reembolso. Esta práctica no solo ocasiona pérdidas económicas, sino que además daña la imagen de los locales, especialmente en un mercado donde la reputación digital influye directamente en el nivel de ventas.
La controversia se desató luego de que un usuario publicara un video en el que mostraba cómo modificó la fotografía de una hamburguesa entregada por la aplicación de reparto DoorDash para solicitar un reembolso. En la grabación detalló el proceso de edición y, además, animó a otros a replicar el método, lo que generó preocupación y críticas en redes sociales.

En un reciente reportaje del canal español Antena 3, se destacó sin embargo, que “cada vez hay más aplicaciones que con los datos almacenados en una imagen, los metadatos nos permiten saber si ha sido creada utilizando este tipo de herramientas”. Además, propietarios de restaurantes entrevistados explicaron que “desde hace un tiempo usamos una tecnología que nos hace una foto de cada uno de los pedidos cuando ha salido de nuestra cocina” como medida preventiva frente a reclamos fraudulentos.
Este fenómeno, que está creciendo silenciosamente, obliga al sector gastronómico y de reparto a reforzar sus protocolos de verificación y a incorporar nuevas tecnologías que permitan identificar imágenes alteradas, antes de que el impacto económico y reputacional se vuelva aún mayor.
FUENTE T13





