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Joven asesina a la mamá de su amigo en Argentina tras intentar abusar de ella

Marisa Colimán, una mujer de 44 años, fue asesinada de 35 puñaladas en su vivienda ubicada en la localidad Luis Beltrán, en la provincia de Río Negro, en Argentina.

El imputado por el crimen es Nicolás Ezequiel Medina, de 21 años, quien era amigo de Óscar Kuhn, uno de los cinco hijos de la víctima.

¿Qué se sabe del caso?

En los registros de la cámara de seguridad se ve que Medina llega a la vivienda de Marisa a las 2:21 de la madrugada del pasado domingo 23 de julio y le pide a su amigo Óscar si es que podía alojarse allí.

Carlos Ortíz, el hermano de Marisa, explicó a Telám que “le pidió a Óscar permiso para quedarse a dormir en la casa de ellos” y él le dijo “tira un colchón en el piso y quédate”, mientras su mamá dormía.

En ese momento, el hijo de Marisa se fue a comprar unas cervezas y le pidió la moto a su amigo, sin embargo, él le indicó que no la había llevado, cuando en realidad sí llegó en ella, pero la dejó escondida a cerca de 200 metros de la vivienda.

Finalmente, Óscar fue en bicicleta a comprar y volvió a las 2:45 de la mañana. De acuerdo a la fiscal Analía Álvarez, en los 10 minutos que el hijo de Marisa no estuvo en la casa, el imputado trató de trabar la puerta con un tronco para abusar de la mujer.

El veinteañero también atacó a la madre de su amigo con un cuchillo y pese a que ella intentó escapar, recibió puñaladas que terminaron por provocarle la muerte.

Nicolás (TN) y Marisa (Facebook)
Nicolás (TN) y Marisa (Facebook)

Se metió más de 30 puñaladas, dos garrotazos en la cabeza. Cuando llega mi sobrino empieza a llamarlo y él lo ataca directamente, le dio cinco puñaladas en la cabeza, le corta los dedos, mi sobrino alcanza a escapar porque le mordió una tetilla y fue a pedir ayuda a la estación de servicio Puma que está a 50 metros”, relató el hermano de la víctima.

“Dicen que estaba obsesionado con Marisa”

El hijo de Marisa fue detenido por el ataque, ya que la policía lo encontró ensangrentado. Por otra parte, su amigo Nicolás Ezequiel Medina no podía ser localizado por la policía hasta que su padre lo entregó y confesó.

Hay versiones que dicen que -Nicolás- estaba obsesionado con Marisa, tres veces le había caído y ella le decía que se fuera porque iba a llamar a la Policía“, explicó Carlos, el hermano de la víctima.

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