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Investigadores alertan: IA puede debilitar comprensión lectora y escritura

Los investigadores plantean que la comunicación del futuro será más visual, oral y multimodal.

El avance de la inteligencia artificial plantea un dilema central para el futuro de la educación: ¿Cómo aprovechar sus beneficios sin poner en riesgo el aprendizaje más básico, la alfabetización? Esa es la pregunta que plantean investigadores de la Universidad de Chile, la Pontificia Universidad Católica y el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), quienes advierten que un uso pasivo de herramientas como ChatGPT puede debilitar la comprensión lectora y la capacidad de escritura.

Según el análisis de Ernesto Guerra y Roberto Araya, del Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la U. de Chile, junto a Marcela Peña (UC y CENIA), se genera una contradicción evidente: mientras la lectura y la escritura exigen práctica constante, los modelos de lenguaje ofrecen respuestas inmediatas que reducen el esfuerzo. “Lo relevante es enseñar a los estudiantes a usar estos sistemas de manera interactiva. Por ejemplo, pedir a ChatGPT que muestre las etapas para escribir un ensayo, en lugar de limitarse a entregar el resultado final”, explica Peña.

Guerra agrega que la lectura activa sigue siendo insustituible: “Leer entrena al cerebro: fortalece vocabulario, comprensión, razonamiento y pensamiento crítico”. En ese sentido, los especialistas subrayan que el riesgo es mayor en la infancia, cuando se construyen los cimientos de la alfabetización. “Si esas habilidades no se desarrollan plenamente, podría verse comprometida la capacidad de pensar críticamente y comprender en profundidad”, enfatiza.

Roberto Araya recurre a una metáfora para graficar el problema: “En lugar de fortalecer los músculos cognitivos que la lectura desarrolla, el uso excesivo de la IA puede atrofiarlos al ofrecer atajos que debilitan el compromiso con el texto”.

Al mismo tiempo, reconocen que la inteligencia artificial también abre oportunidades para crear materiales educativos adaptados a distintas culturas y lenguas, lo que resulta clave en contextos con recursos limitados. Sin embargo, advierten que, sin políticas públicas de acceso equitativo, el mayor provecho quedará en manos de quienes ya cuentan con ventajas económicas y educativas.

Más allá del debate inmediato, los investigadores plantean que la comunicación del futuro será más visual, oral y multimodal, lo que podría relegar a la escritura a un rol “transicional”. Aun así, llaman a no abandonar los beneficios únicos de la lectura profunda, como la reflexión, el razonamiento complejo y la capacidad de construir ideas.

El desafío es encontrar un equilibrio: aprovechar lo mejor de la tecnología sin reemplazar el esfuerzo y la disciplina que la lectura y la escritura han fortalecido durante siglos”, concluyen.

FUENTE T13

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