Cumplir con los deberes, leer 2 libros al mes, hacer deporte, responder los mensajes del celular y dormir 8 horas. Hoy en día, la sociedad se encuentra en una era que venera la productividad y el multitasking (hacer todo al mismo tiempo), dejando en segundo plano el descanso, el ocio y el bienestar emocional.
Lo anterior puede producir diversos efectos en la salud mental, como el estrés crónico. El cuerpo está diseñado para enfrentar diversas amenazas y, para prepararse, utiliza la ansiedad y el estrés.
Si bien hoy el ser humano no enfrenta a agresores y depredadores frecuentemente, según el prestigioso sitio de medicina, Clínica Mayo, diariamente está sometido a muchas exigencias a diario. “Por ejemplo, tal vez tengas una gran cantidad de trabajo, debas pagar las facturas o cuidar de tu familia. Tu cuerpo trata estas tareas diarias como amenazas. Por esta razón, quizás te sientas como si se te atacara constantemente”.
La psicóloga y consultora de IST Mutualidad, Carolina Pérez, explicó que “dado el training de vida que en general tenemos, hay un elemento que nos podría hablar de cierto estrés crónico: tiene que ver con el multitasking, o sea, estar pendiente de más de una tarea a la vez. Muchas veces pensamos que podemos ser más eficientes o más eficaces en el multipropósito y no, nuestro cerebro no está diseñado para eso”.
“Un cerebro saludable más bien se enfoca en una tarea, la termina y después pasa a la otra. Además, todos los otros objetos como las pantallas y el celular, también podrían ser elementos de riesgo frente al estrés crónico”, complementó.
Causas del estrés crónico
Según la Clínica Mayo, cuando el cuerpo está en alerta, se elevan los niveles de adrenalina y cortisol, las hormonas del estrés. A su vez, aumenta la frecuencia cardíaca, la energía, los niveles de azúcar; modifica las respuestas del sistema inmunitario; inhibe las funciones del aparato digestivo, el reproductor, y los procesos de crecimiento. Asimismo, afecta el estado de ánimo, la motivación y el miedo.
Además de “nublar” a las personas, un estrés crónico -que es un estado de alerta que es permanente- puede causar a largo plazo ansiedad; depresión; problemas digestivos; dolores de cabeza; tensión y dolor muscular; enfermedad cardíaca, ataque cardíaco, presión arterial alta y accidente cerebrovascular; alteraciones de sueño; aumento o disminución de peso; y problemas de memoria y concentración.
La psicóloga Carolina Pérez afirmó que “hay muchas enfermedades que van ligadas al estrés, cardiopatías que tienen que ver con el cortisol. También es un riesgo para nuestra salud. Por ejemplo, muchas personas con diabetes se pueden descompensar justamente por este estrés crónico. A veces incluso las neuropatías o las desregulaciones del sistema nervioso autónomo podrían relacionarse con un estrés crónico”.
Por eso, es relevante identificar y trabajar los factores estresantes que van de la mano principalmente con practicar el multitasking y llevar una vida apurada, sumado a la inmediatez y el sobreestímulo que trae el uso del celular.
La especialista puntualizó que “por ejemplo ir en el auto y estar contestando WhatsApp, o llegar a la oficina, empezar a hacer algo, no terminarlo y empezar con otra cosa, o estar haciendo una tarea y tener que responder un correo, esta sensación de que no terminas de hacer una cosa y tienes que pasar a la otra”.
“También hay estructuras organizacionales que se plantean desde todo es para ayer (…) no está esto de parar para saber cómo estamos haciendo, si lo que estamos haciendo lo estamos haciendo a una escala humana. Y no me refiero parar a una hora, sino que unos minutos y mirar, a dónde estoy yendo, si estoy en lo correcto, si estoy respetando mis horas de comida. Tiene que ver con una cosa más estructural, pero también individual”, añadió.
Parar a respirar podría ser clave para una vida más tranquila
Existen diversas técnicas de respiración que calman el sistema nervioso. Por ejemplo, el famoso 4-7-8 (inhalar 4 segundos, retener 7 y exhalar 8) es un método que puede inducir el sueño y calmar la ansiedad.
En ese sentido, la consultora de IST Mutualidad reveló que “la neurociencia ya ha hablado de la importancia de la respiración. Cuando estamos ansiosos y más bien el estrés se conecta con esta emocionalidad de la ansiedad, nuestra respiración es más rápida y, cuando es más rápida, es más difícil pensar en qué necesitamos hacer o cómo estamos para hacer lo que tenemos que hacer”.
“Entonces, por ejemplo, al despertarme, puedo hacer un ejercicio de escáner corporal, poner conciencia en cómo está mi cuerpo desde la punta de los pies hasta la cabeza, y de ahí poner foco en mi respiración por dos o tres minutos, me conecto con esa respiración y pongo el foco ahí antes de salir de la casa”.
Por su parte, desde la Clínica Mayo enfatizan en hábitos saludables que ayudan a mantener la tranquilidad, como una alimentación saludable; ejercicio regular; y dormir lo suficiente.
Además, la entidad recomienda hacer ejercicios de relajación, como yoga, respiración profunda, masajes o meditación; llevar un diario personal; dedicar tiempo a hobbies; mantener amistades saludables; organizarse con las tareas, descartando las que no son necesarias; y buscar asesoramiento profesional.
FUENTE BIOBIO