Con la intención de aportar al trabajo de fiscalización que realiza Carabineros de Chile de manera manual en la detección de infracciones por alta velocidad y no respetar las luces rojas de semáforos, se está a la espera de la pronta aprobación por parte de la Cámara de Diputados y Diputadas del proyecto que crea el Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones (CATI).
Uno de los aspectos esenciales que se busca con este sistema de automatización será la protección de las vidas humanas, reduciendo los fallecimientos que se generan por siniestros viales asociados a la alta velocidad.
Actualmente, la fiscalización de la velocidad en Chile se realiza exclusivamente con capital humano, a cargo de Carabineros e inspectores fiscales. Con la creación de la División de Fiscalización del Transporte y Tratamiento Automatizado de Infracciones de Tránsito dentro del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, se implementará una red automatizada, debidamente señalizada en las zonas de control, que se harán cargo de la detección, notificación y tramitación de las infracciones detalladas en el proyecto.
Según señalaron desde el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, la Ley CATI propone que, a través de la red de dispositivos automatizados, pueda detectar los casos de exceso de velocidad, transitar en área urbana con restricción por contaminación ambiental y la infracción de normas de transportes terrestre, susceptibles de captación automatizada, es decir las llamadas “vía exclusivas”.
En ese sentido, la Seremi de Transporte y Telecomunicaciones de Atacama, Carla Orrego Esquivel, comentó que ya se cuenta con los recursos necesarios para poder efectuar los estudios de las vías exclusivas, que son parte importante de la Ley CATI.
Al momento de la discusión de esta nueva Ley, surgió de inmediato el recuerdo de los fotorradares, que se utilizaron por parte de los municipios entre los años 1996 al 2002, por lo que desde el Ministerio de Transporte se explicó que manera clara que existen muchas diferencias entre ambos conceptos, así por ejemplo mientras que el objetivo de los fotorradares fue persuadir a que no se cometieran infracciones por alta velocidad, lo que fue interpretado como una manera de recaudar recursos por parte de los municipios, en esta ocasión lo que se busca es bajar considerablemente la pérdida de vidas humanas en siniestros viales.
Si antes no había claridad donde estaban ubicados los fotorradares, esta vez los dispositivos automatizados estarán debidamente señalizados. Respecto del pago de las multas y su recaudación, en el caso de los fotorradares era de responsabilidad de las municipalidades, pero en cambio, en la implementación de la Ley CATI, esto se canalizará por medio de la Tesorería General de la República.
Por último, la Seremi de Transporte y Telecomunicaciones de Atacama, fue clara al señalar que la instalación de estas cámaras automáticas estará debidamente señalizada:
Según estadísticas entregadas desde el Ministerio de Transporte, son “los ciclistas y motociclistas (definidos como “usuarios vulnerables”) los usuarios que más han aumentado en cantidad de fallecidos durante la pandemia (28% y 19% respectivamente). Esto se explica por la conducción a exceso de velocidad de los vehículos motorizados que al colisionar con un usuario vulnerable tiene como consecuencia la muerte”, agregando que “Los siniestros de tránsito son una de las primeras causas de muerte externa de niños entre 1 y 14 años, y de jóvenes”.
Se espera que con la implementación de este nuevo sistema, se reduzca drásticamente estas cifras negativas de personas fallecidas en siniestros viales.