El hielo de la Antártica, la reserva de agua dulce más grande el mundo, no para de recibir malas noticias: en las últimas semanas dos estudios distintos hicieron saltar las alarmas y revelaron que se derrite cada vez más rápido, lo que podría provocar el colapso en un futuro cercano de varios grandes glaciares.
El Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de Estados Unidos (Nsidc, sus siglas en inglés) desveló en febrero que el hielo marino que rodea el continente se redujo a 1,91 millones de kilómetros cuadrados, registrando su mínimo histórico en 45 años.
Por otro lado, el Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) alertó en marzo que el hielo marino anotó su segundo nivel más bajo en la historia en ese mes, con un 28% menos de masa que el promedio.
“La concentración de gases de efecto invernadero ha ido en aumento por la actividad humana tras la Revolución Industrial, lo que ha acelerado el proceso de deshielo en la Antártica más allá de las tasas normales que ocurrían desde el final del último periodo glacial, hace 20.000 años”, expresó a EFE el glaciólogo del Instituto Nacional Antártico Chileno (Inach) Ricardo Jaña.
El continente helado tiene unos 14.000 kilómetros cuadrados de superficie terrestre, cubierta casi por completo por hielo de un espesor promedio de 1.900 metros, aunque la plataforma helada se duplica en invierno con el hielo marino que se forma en el océano. El hielo antártico representa más del 80% de las reservas de agua dulce del planeta.
Fuente Emol