Ha sido la estrella indiscutida de las últimas semanas. La actual vicepresidenta de los EE.UU., y desde ayer candidata oficial de los demócratas para llegar a la Casa Blanca, Kamala Harris, tiene todos los focos del mundo sobre su figura.
El 5 de noviembre de enfrentará en las urnas al ex presidente Donald Trump, quien hasta hace apenas unos días parecía correr con ventaja. Las últimas encuestas, sin embargo, han puesto a la cabeza a Harris, que ha tenido un inesperado y rápido ascenso.
Un sondeo reciente publicada por ABC News muestra a la candidata demócrata con una ventaja de 50%, frente al 45% de intención que recibe Trump.
De entre las propuestas de Harris, no obstante, hay algunas que han llamado con fuerza la atención. En particular, se encuentran en su plan económico, que incluye una brusca alza del impuesto corporativo y la regulación de precios en los alimentos.
El plan de Kamala
“Bajo la lupa”. Ese el término que algunos han utilizado al referirse al plan económico que hace unos días presentó Kamala Harris. Según ella misma, se trata de una propuesta enfocada en fortalecer a la clase media.
“Los costos siguen siendo demasiado altos y, en un nivel más profundo, para muchas personas, sin importar cuánto trabajen, resulta muy difícil simplemente poder salir adelante”, comentó cuando dio a conocer el plan.
“Me concentraré exclusivamente en crear oportunidades para la clase media que fomenten su seguridad económica, estabilidad y dignidad. Juntos, construiremos lo que llamo una economía de oportunidades”, agregó.
Pero en concreto, ¿cuáles son las medidas?
La más comentada tiene que ver con los costos de los alimentos. La actual vicepresidenta busca la prohibición federal a la especulación en los precios en esa área. Argumentó, para justificarlo, que muchos supermercados han mantenido los precios altos a pesar de la estabilización de los costos de producción. Si bien aún no está el detalle, las críticas no tardaron en aparecer.
Otra de las medidas que más ha suscitado comentarios es la del alza del impuesto corporativo. Harris planteó elevar la tasa de un 21% a un 28%. Desde su equipo, han señalado que se hará de “una manera fiscalmente responsable”.
Cabe destacar que, antes de la llegada de Trump a la Casa Blanca, dicho impuesto llegaba al 35%. El candidato republicano ha señalado que, de volver al gobierno nuevamente, seguirán habiendo recortes.
Una de las medidas que entusiasma a la clase media es la de el subsidio para la vivienda. Entre sus propuestas, Harris plantea ofrecer un bono de US$25 mil para quienes accedan por primera vez a una vivienda.
Asimismo, promete impulsar la construcción de tres millones de nuevas unidades de vivienda, durante lo que dura el mandato. Estas estarían orientadas tanto a alquiler como a compra.
En la misma línea, las medidas de Harris contemplan impedir que los grandes inversores de Wall Street adquieran viviendas en masa para revenderlas a precios inflados.
Por último, la candidata demócrata ofrece también una reducción de impuestos para la clase media. En concreto, buscará la restauración del Crédito Tributario por Hijos que se introdujo durante la pandemia. Este permite acceder a una desgravación fiscal de hasta US$ 6 mil por cada nuevo hijo, durante el primer año.
Fuente: Emol.com
