Durante el primer mandato de Donald Trump, su esposa Melania apenas vivió en la Casa Blanca, ya que continuó residiendo en Nueva York, donde estudiaba Barron, el hijo menor de ambos “priorizando la maternidad y su vida privada por encima de sus deberes” en la sede presidencial y además, tuvo un rol que fue mucho más ausente que sus predecesoras.
Todo esto desató diversas especulaciones sobre si la ex modelo eslovena-estadounidense de 54 años se iba a instalar en la casa de Gobierno de forma permanente y cuál iba a ser su papel en este segundo periodo.
Sin embargo, Melania llegó el día número uno a la Casa Blanca, algo que ya había adelantado anteriormente: “Ya empaqué. Ya seleccioné los muebles que necesito llevar. Así que es muy diferente esta vez, la segunda vez”, declaró en una entrevista grabada transmitida el 13 de enero en “Fox & Friends” de Fox News.
“Estaré en la Casa Blanca”, señaló en la instancia, sin embargo, aclaró que cuando haga falta se desplazará a Nueva York o a Palm Beach, donde Trump tiene el complejo de golf de Mar-a-Lago y una residencia en la que actualmente la familia pasa la mayor parte del tiempo.
“Mi primera prioridad es ser madre, ser Primera Dama, ser esposa, y una vez estemos dentro el 20 de enero, servir al país”, agregó.
Pese a esto, aún son muchas las incógnitas sobre el rol que asumirá durante este nuevo Mandato, ya que aunque dijo que una de sus prioridades será servir al país, lo cierto es que el hecho de que en el primer Gobierno de Trump no participó mucho, “fue una primera dama no tradicional”, y que “no aceptó los protocolos”, -según la historiadora Heath Hardage Lee- ha acrecentado las interrogantes.
Además, su nuevo estilo de vida en la Casa Blanca podría ser menos reconfortable, ya que la Primera Dama vive rodeada de lujos y en el primer periodo de su esposo tuvo que seguir algunas reglas.
Y es que, en el primer mandato del ahora Presidente de EE.UU., la ex modelo se dedicó fundamentalmente a sus labores como madre desde su lujoso triplex de 2.800 metros cuadrados en la Trump Tower ubicada en una esquina de la Quinta Avenida de Nueva York, inmueble que siguen teniendo hasta la actualidad.
Se trata de un apartamento que ocupa las plantas 56, 57, y 58 de la torre y fue remodelado con oro, luego de que Trump viera la casa del empresario saudita Adnán Jashogyi, según recogió La Vanguardia.
Según explicó la periodista de CNN Kate Bennett en su libro “Free, Melania: The Unauthorized Biography” (2019), durante el primer gobierno de su marido, la ex modelo no podía ni abrir una ventana sin la autorización del Servicio Secreto ni tampoco regular la temperatura del ambiente o salir al jardín cuando quisiera.
Según consignó el mismo medio español, Bennett indicó en su libro que Melania no comparte habitación con su esposo y debido a esto se veía limitada a unas pocas estancias privadas alejadas de las áreas principales de la residencia presidencia, lo que contrasta significativamente con los amplios y lujosos espacios a los que estaba acostumbrado en sus residencias.
Mientras que el Presidente se quedará en la suite presidencial, Melania lo hará en una suite de dos habitaciones donde se alojaba Marian Robinson, madre de Michelle Obama, tal como ocurrió en el primer periodo de Trump, según la comunicadora, citada por El Mundo.
Fuente: Emol.com
