El régimen de Nicolás Maduro ha movilizado a civiles, ancianos y empleados estatales para participar en milicias que, según Caracas, buscan enfrentar un posible ataque estadounidense. La medida ha generado críticas y burlas internacionales, mientras expertos cuestionan su eficacia real.
Venezuela atraviesa una escalada de tensión con Estados Unidos. Desde mediados de agosto, Washington aumentó la recompensa por información sobre Nicolás Maduro y desplegó una flota naval en el Caribe, además de enviar cazas F-35B a Puerto Rico y realizar pruebas de misiles intercontinentales.
Ante ello, el régimen chavista mostró un frente público firme y reforzó sus estrategias de defensa, incluyendo la movilización de millones de civiles en milicias.
Maduro anunció que más de 8 millones de venezolanos se habrían inscrito en las milicias, incluyendo a empleados estatales y vecinos de comunidades populares.
Según Venezuela, se han dispuesto 5.300 unidades comunales para adiestrar a civiles en labores de defensa, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, informó sobre ejercicios militares en la isla La Orchila.
Sin embargo, los registros difundidos en redes sociales muestran que los participantes incluyen personas con sobrepeso, adultos mayores e incluso personas con discapacidades, quienes reciben instrucción sobre manejo de armas en presencia de militares.
“En Venezuela existe un mecanismo de coacción social. Quienes dependen de ayudas directas del Estado, como muchas personas de la tercera edad, se enrolan porque hay mecanismos de control que están activados”, explicó a DW un académico familiarizado con el tema, bajo condición de anonimato.
Usuarios de redes y medios internacionales no tardaron en burlarse de los videos, y el propio presidente estadounidense, Donald Trump, ironizó sobre la supuesta amenaza en sus redes sociales.
Incluso Padrino López calificó las palabras de Trump como una “bufonada” y un “menosprecio”, mientras Maduro condecoraba a las llamadas “soldadas de la patria” que participaron en los entrenamientos.
Expertos sostienen que las milicias bolivarianas cumplen principalmente un rol político y de control social, más que militar.

Contexto internacional del escenario actual en Venezuela
Estados Unidos, por su parte, mantiene un despliegue militar en la región. Entre mediados y fines de septiembre, se realizaron pruebas con misiles Trident II D5, se destruyeron embarcaciones “narcoterroristas” presuntamente vinculadas a Venezuela y se planifican posibles ofensivas con drones contra laboratorios de drogas en territorio venezolano.
En respuesta, Maduro anunció que evalúa declarar un “estado de conmoción exterior”, una medida que le permitiría dictar decisiones extraordinarias en caso de conflicto externo.
Según el régimen, esta preparación busca resguardar la soberanía venezolana ante cualquier escenario de tensión. Expertos consideran improbable que las milicias puedan enfrentar con éxito un ataque estadounidense directo.
Ellis señala que la acción militar sería rápida, precisa y de corta duración, y que la prioridad sería evitar bajas civiles, incluyendo a los ancianos y personas vulnerables que conforman buena parte de estas milicias.
En síntesis, mientras Caracas exhibe una fuerza popular supuestamente preparada para defender la patria, la realidad indica que estas milicias son un instrumento político y de control social más que una defensa efectiva frente a Estados Unidos.
FUENTE T13





