Kiss se presentó en el Arena da Amazonia en Manaos como parte de su gira despedida titulada “End of the Road” y tuvo que superar un duro percance en plena actuación: el grupo tuvo que detener el concierto y Gene Simmons siguió tocando sentado porque se había descompensado por el calor.
En un momento del show, el bajista y cantante tuvo que sentarse para continuar tocando. Luego, el músico fue asistido por su staff, quienes le llevaron una botella de agua y una toalla.
Los detalles
En medio de la inesperada situación, el cantante Paul Stanley tomó el micrófono y anunció al público que iban a parar por unos cinco minutos: “Vamos a tener que parar para cuidarlo, porque lo queremos, ¿verdad? ¡Vamos a darle a Gene una fuerte ovación!”.
Según la prensa brasilera, Gene Simmons se habría visto afectado por las altas temperaturas del lugar y esto habría ocasionado que se descompusiera.
Como él mismo explicó más tarde, fue una cuestión de deshidratación por la alta humedad y temperatura. Lo contó en sus redes sociales al día siguiente:
“¡Vamos, chicos! No ha sido nada grave. Gracias por sus amables deseos. Anoche tocamos en el estadio Amazon Arena de Brasil en la jungla. La humedad y temperatura estaban por las nubes. Estaba deshidratado y me vi forzado a tocar sentado una canción. Volvimos al escenario en 5 minutos y terminamos el concierto”.
Según publicó el medio brasileño G1, el propio Simmons pidió durante el show de Kiss a uno de sus asistentes que le llevase una silla para tocar sentado.
Al retomar, el bajista disfrazado de murciélago le dijo al público: “Manaos, ¡todo bien! Gracias”.